Guerra Civil e industrialización


Las tensiones entre estados pro-esclavistas y los abolicionistas, junto al aumento de los desacuerdos en la relación entre el gobierno federal y los estatales provocó conflictos violentos en la expansión de la esclavitud en los nuevos estados. Abraham Lincoln, candidato del Partido Republicano y un gran abolicionista, fue elegido presidente en 1860. Antes de que tomase posesión de su cargo, los siete estados esclavistas declararon su secesión de los Estados Unidos, formando los Estados Confederados de América. El gobierno federal arguyó que la secesión era ilegal, y pronto se produjo el ataque por parte de los secesionistas a Fort Sumter, iniciándose así la Guerra Civil Estadounidense.

Tras la victoria de la Unión en 1865, se añadieron tres enmiendas a la constitución para garantizar la libertad de los casi cuatro millones de afroamericanos que habían sido esclavos, convirtiéndolos en ciudadanos y dándoles el derecho de voto. La guerra y su resolución dio lugar a un aumento sustancial de las competencias del gobierno federal.

Tras la guerra tuvo lugar el asesinato del Presidente Lincoln, durante la época conocida como la Reconstrucción en la cual se desarrollaron políticas encaminadas a la reintegración y la reconstrucción de los estados sureños garantizando al mismo tiempo los derechos de los nuevos esclavos liberados. Las controvertidas elecciones presidenciales de 1876 se resolvieron mediante el Compromiso de 1877, por el cual los demócratas sureños reconocieron como presidente a Rutherford B. Hayes a cambio de que éste retirara las tropas que aún permanecían desplegadas en Louisiana, Carolina del Sur y Florida.

A partir de 1876 empiezan a aplicarse las llamadas leyes de Jim Crow, cuya filosofía perduraría hasta 1965 en algunos casos y mediante las cuales se aplicaba la filosofía "iguales pero separados" a la convivencia entre negros y blancos.

En el Norte, la urbanización sin precedentes y una afluencia de inmigrantes aceleró la industrialización del país. La ola de la inmigración, que duró hasta 1929, proporcionó mano de obra para los negocios de los Estados Unidos, transformado a su cultura. Alta protección arancelaria, la creación de infraestructuras nacionales, y los nuevos reglamentos bancarios alentó el crecimiento industrial. En 1867 se produce la compra de Alaska a Rusia, completando la expansión continental del país. La Masacre de Wounded Knee en 1890 fue el último gran conflicto armado contra los nativos indios americanos. En 1893, la monarquía indígena en el Pacífico Reino de Hawái fue derrocado en un golpe de estado liderado por los residentes de América; El archipiélago fue anexado a los Estados Unidos en 1898. La victoria en la Guerra Hispano-Estadounidense ese mismo año, demostró que los Estados Unidos era una potencia mundial y dio lugar a la anexión de Puerto Rico y las Filipinas. Filipinas accedió a la independencia en 1956; Puerto Rico sigue siendo un Estado libre asociado de los Estados Unidos.

Después de 1898, tras la Guerra Hispano-Estadounidense Estados Unidos fue adquiriendo paulatinamente una cada vez mayor influencia en el mundo.

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