Siglo XX y el reconocimiento internacional

En los años 1920, la ciudad fue un destino principal para los afroamericanos durante la llamada «Gran migración» desde el sur estadounidense. Hacia 1916, Nueva York era el hogar de la mayor diáspora urbana africana en América del Norte. El renacimiento de Harlem floreció durante la era de la prohibición, coincidiendo con una explosión económica que impulsó la construcción de rascacielos. Nueva York se convirtió en la ciudad más poblada del mundo en 1948, sobrepasando a Londres, que había ocupado el primer puesto durante más de un siglo. Durante los años de la Gran depresión, Fiorello LaGuardia fue elegido como alcalde y se propició la caída del Tammany Hall luego de ochenta años de poder.
La inmigración europea y el regreso de los veteranos de la Segunda Guerra Mundial causaron un desarrollo económico e impulsó la construcción de viviendas al este de Queens. Nueva York emergió de la guerra como la principal ciudad del mundo, con Wall Street liderando el ascenso de Estados Unidos como la potencia económica dominante, el Cuartel General de las Naciones Unidas (construido en 1952) enfatizando la influencia política de Nueva York y el ascenso del expresionismo abstracto en la ciudad desbancando a París de la cima del mundo del arte. En los años 1960, la ciudad sufrió problemas económicos, aumento de la tasa de crímenes y racismo, que alcanzaron su pico en la década siguiente.

En la década de 1980, un resurgimiento de la industria financiera mejoró la salud fiscal de la ciudad. Hacia 1990, las tensiones raciales se habían calmado, los índices criminales habían caído drásticamente y olas de inmigrantes llegaron desde Asia y América Latina. Nuevos sectores, como Silicon Alley (negocios de Internet), emergieron en la economía de la ciudad, y la población de neoyorquinos alcanzó su máximo de todos los tiempos en el censo del 2000.

Siglo XIX

En el siglo XIX, la inmigración y el desarrollo transformó la ciudad. Una visionaria propuesta de desarrollo, el Commissioners' Plan of 1811, expandió la rejilla urbana por toda la isla de Manhattan, y la apertura en 1819 del Canal de Eire conectó el puerto atlántico con los vastos mercados agrícolas del interior de Norteamérica. Para 1835, la ciudad de Nueva York había sobrepasado a Filadelfia como la ciudad más grande de Estados Unidos. La política local había caído bajo el dominio del Tammany Hall, un sistema de clientelismo político apoyado por los inmigrantes irlandeses. Algunos miembros de la antigua aristocracia mercante contribuyeron al establecimiento del Central Park, el cual se convirtió en el primer parque paisajístico de una ciudad estadounidense en 1857. Por otro lado, un importante movimiento abolicionista existió en Manhattan y Brooklyn, y aunque los esclavos existieron en Nueva York en la década de 1820, para la década siguiente, Nueva York se convirtió en el centro de activismo abolicionista del Norte.
Entre el 13 y el 16 de julio de 1863 la oposición a la conscripción militar durante la Guerra Civil Estadounidense (1861-1865) provocó una serie de manifestaciones violentas conocidas como Draft Riots o Draft Week; dichos eventos son considerados como uno de los peores levantamientos civiles de la historia estadounidense. En 1898, se formó la moderna ciudad de Nueva York con la anexión a Manhattan de Brooklyn (hasta entonces una ciudad independiente) y municipalidades de otros distritos gracias a proyectos como el Puente de Brooklyn. La apertura del metro en 1904 ayudó a unir la ciudad. A través de la primera mitad del siglo XX, la ciudad se convirtió en un centro mundial para la industria, el comercio y las comunicaciones.

Primeros asentamientos europeos

En el momento de su descubrimiento europeo en 1524 por Giovanni da Verrazzano, la región estaba habitada por alrededor de 5.000 aborígenes de la tribu de los Lenape. Este explorador italiano al servicio de la corona francesa la llamó Nouvelle Angoulême (Nueva Angulema). La instalación europea comenzó en 1614 en manos de los neerlandeses y en 1626, el director de la colonia, Peter Minuit, compró la isla de Manhattan a los Lenape (la leyenda, ahora refutada, cuenta que por abalorios de cristal por un valor de 24 dólares). El lugar sería renombrado como Nieuw Amsterdam y se especializaría en el comercio de pieles. En 1664, los ingleses conquistaron la ciudad y la rebautizaron con el nombre de Nueva York en honor al Duque de York y Albany. Al final de la Segunda Guerra Anglo-Holandesa, los neerlandeses ganaron el control de la isla de Run, en Indonesia, a cambio de que los ingleses controlaran Nueva Amsterdam. Hacia el año 1700, la población lenape había sido reducida a 200 habitantes.

Artículos de la Confederación

Los Artículos de la Confederación y la Unión Perpetua, conocidos como los Artículos de la Confederación, constituyeron el primer documento de gobierno de los Estados Unidos de América. Fueron aprobadas por el segundo Congreso Continental el 15 de noviembre de 1777, después de varios meses de debate. Fue una directriz no obligatoria hasta su ratificación cuatro años después, el 1 de marzo de 1781. Los Artículos de la Confederación son considerados uno de los cuatro documentos fundacionales de la nación norteamericana.

Los Artículos formaron una confederación débil que unía a las Trece Colonias británicas norteamericanas, con la capacidad de gobernarse casi solamente en tiempos de guerra y emergencias. Tras el fin de la Guerra de Independencia y el comienzo de nuevas prioridades, sus limitaciones se hicieron evidentes. Este documento fue reemplazado por la Constitución de los Estados Unidos después de su ratificación el 21 de junio de 1788.

Elaboración y aprobación de la Declaración

El 11 de junio de 1776, el Congreso nombró un "Comité de los Cinco", formado por John Adams de Massachusetts, Benjamin Franklin de Pennsylvania, Thomas Jefferson de Virginia, Robert R. Livingston de Nueva York y Roger Sherman de Connecticut, para redactar una declaración. La comisión, después de debatir las líneas generales que el documento debería seguir, decidió que Jefferson escribiría el primer borrador. Teniendo en cuenta la apretada agenda del Congreso, Jefferson contó con tan solo 17 días para su redacción. Una vez elaborado el borrador por Jefferson y consultados los demás miembros, se hicieron algunos cambios y se presentó otra copia incorporando estas alteraciones. El comité presentó esta copia al Congreso el 28 de junio de 1776. El título del documento era "A Declaration by the Representatives of the United States of America, in General Congress assembled. ("Una declaración de los representantes de los Estados Unidos de América reunido en Congreso General").
Mientras se producía el trabajo del comité del proyecto el Congreso reanudaba el debate sobre la resolución de Lee sobre la independencia. John Dickinson hizo un último esfuerzo para retrasar la decisión, pero tras un discurso de John Adams, el Congreso aprobó la misma el 2 de julio. Doce de las trece delegaciones votaron a favor; la delegación de Nueva York se abstuvo, ya que no habían sido autorizados a votar por la independencia, aunque serían autorizados por el Congreso Provincial de Nueva York una semana después.[9] Con la aprobación de la resolución de la independencia, las colonias habían roto oficialmente los vínculos políticos con Gran Bretaña.

Después de votar a favor de la resolución de independencia, el Congreso centró su atención en la comisión del proyecto de la declaración. Durante varios días de debate, el Congreso hizo algunas modificaciones en la redacción y suprimió casi una cuarta parte del texto remitido, en concreto se eliminó todo un pasaje crítico al comercio de esclavos. El 4 de julio de 1776 se aprobó la redacción de la Declaración de Independencia y se envió a la imprenta para su publicación.


En la firma, Benjamín Franklin es citado como habiendo respondido a un comentario de John Hancock que deben permanecer (hang together) todos unidos: "Sí, tenemos que, de hecho, todos permanecer juntos, o casi con total certeza, todos vamos a colgar por separado," un juego de palabras que indica el hecho de que de no permanecer unidos y tener éxito, serían juzgados y ejecutados, en forma individual, por traición.

Hacia la independencia

El 15 de mayo, La Convención de Virginia, reunida en Williamsburg, aprobó una moción con instrucciones para la delegación de Virginia en el Congreso "para proponer a ese respetable estamento a declarar a la Colonias Unidas, estados libres e independientes, exentos de toda lealtad o dependencia hacia la Corona o el Parlamento de Gran Bretaña ". De acuerdo con las instrucciones, el 7 de Junio, Richard Henry Lee representante de Virginia presentó una resolución de la independencia al Congreso. La resolución, secundada por John Adams, dice en parte:

Resulta, que estas Colonias Unidas son, y de derecho deben ser, Estados libres e independientes, que son absueltos de toda lealtad a la Corona británica y que todos las conexiones políticas entre ellos y el Estado de Gran Bretaña es y debe ser totalmente disuelta.

La resolución se encontró con resistencias en el consiguiente debate. Los delegados moderados, si bien reconocían que la reconciliación con Gran Bretaña ya no era posible, sostenían que una resolución de la independencia era prematura. Los delegados de la mayoría de los colonias de la zona central-Pensilvania, Delaware, Nueva Jersey, Maryland y Nueva York todavía no habían sido autorizados por sus gobiernos a votar a favor de la independencia. De esta manera, la continuación del debate sobre la resolución de Lee fue aplazada durante tres semanas. Hasta entonces, mientras que el apoyo a la independencia se consolidaba en las colonias, el Congreso decidió que un comité debía preparar un documento anunciando y explicando la independencia en el caso de que se aprobase la resolución de independencia.

Declaración de Independencia de los Estados Unidos


La Declaración de Independencia de los Estados Unidos es un acuerdo de 1776, por el cual las Trece Colonias inglesas en Norteamérica, entonces en guerra contra Gran Bretaña, declararon su independencia de este reino y explicaron sus razones para esta acción. La nueva nación que nació de esta declaración fue los Estados Unidos de América. El contenido de la declaración fue elaborado por Thomas Jefferson, entre junio y julio de 1776, durante la Guerra de la Independencia de los Estados Unidos y fue ratificada por el Congreso Continental el día 4 de julio de 1776 en Philadelphia, la misma constituye el triunfo de los colonos americanos y del principio del autogobierno (self-government). El aniversario de este día se celebra en Estados Unidos como el Día de la Independencia. La más famosa y conocida de las copias de esta declaración, es la versión manuscrita, elaborada después del día 19 de julio de 1776 y firmada por los congresistas el 2 de agosto. Este documento original se guarda expuesto al público en los Archivos nacionales de Estados Unidos en Washington, DC, capital de los Estados Unidos.

Ruptura de la Paz Britannica


En su condición de primer país industrializado, Gran Bretaña fue capaz de conseguir materias primas y mercado en la mayor parte del mundo accesible. Esta situación empeoró gradualmente a lo largo del siglo XIX en la medida en la que otras potencias comenzaron a industrializarse y comenzaron a utilizar la maquinaria del estado para garantizar sus mercados y fuentes de abastecimiento. En los años setenta del XIX, los fabricantes británicos en los sectores clave de la Revolución Industrial, comenzaron a experimentar una competencia real.

La Industrialización progresó rápidamente en Alemania y los Estados Unidos, permitiendo a estos países superar el modelo británico y francés del "viejo" capitalismo. Las industrias alemanas en el sector textil y el del metal, habían sobrepasado a las de Gran Bretaña en 1870, en cuanto a su organización y eficiencia y habían derrotado a los fabricantes británicos en su mercado nacional. Con el cambio de siglo, la industria alemana estaba produciendo para el antiguo "taller del mundo".

Mientras que las exportaciones invisibles (banca, seguros y transporte de mercancías) mantuvieron a Gran Bretaña a salvo de los números rojos, su porción en el comercio mundial pasó de ser un cuarto del mismo en 1880 a un sexto 1913. Gran Bretaña estaba perdiendo no sólo los mercados de los países que se estaban industrializando, sino también la competición por los mercados de terceros países menos desarrollados. Incluso comenzaba a perder su hegemonía en zonas como la India, China, America del sur o las costas de África.

Las dificultades comerciales de Gran Bretaña se agudizaron con la "Larga Depresión" de 1873–96, un período prolongado de deflación, acentuado por las continuas quiebras de negocios que añadieron presión para que los gobiernos favorecieran la industria nacional, lo que condujo al masivo abandono del libre comercio entre las potencias europeas (en Alemania desde 1879 y en Francia desde 1881).

La limitación tanto de los mercados nacionales como de las exportaciones que se produjo como resultado hizo que los gobiernos y los sectores económicos, tanto de Europa como de los Estados Unidos, vieran la solución en mercados de ultramar protegidos que actuaran unidos al mercado nacional, defendido por aranceles y barreras aduaneras: las colonias ofrecerían un mercado para las exportaciones, a la vez que proveerían a la metrópoli de materias primas baratas. Aunque adherida al libre comercio hasta 1932, Gran Bretaña se unió al nuevo ímpetu por un renovado imperio formal, lo cual era preferible a permitir que sus áreas de influencia fueran tomadas por el comercio de las potencias rivales.

Deportes


Desde fines del Siglo XIX, el béisbol ha sido considerada como el deporte nacional, el fútbol americano, el baloncesto y el hockey sobre hielo son los tres otros grandes deportes de equipo profesionales. La Escuela de fútbol y la de baloncesto también atraen a grandes audiencias. El Fútbol americano es el deporte más popular en los Estados Unidos. El boxeo y las carreras de caballos fueron una vez los programas más vistos por los deportes individuales, pero han sido eclipsadas por el golf y el automovilismo, particularmente la NASCAR. El fútbol aunque no es uno de los principales deportes a nivel profesional en el país, se juega mucho en la juventud y los niveles de aficionados; y su selección destacada, a diferencia de otros países del mundo, es la femenina. Pistas de tenis y muchos deportes al aire libre son muy populares.

Si bien la mayoría de los deportes importantes de los Estados Unidos han evolucionado de prácticas europeas, baloncesto, tenis, voleibol y el snowboarding son invenciones de locales. Lacrosse y el surf surgierón de los nativos americanos y los nativos de Hawái. El Comité Olímpico de los Estados Unidos (COEEUU) organizó los Juegos Olímpicos de Saint Louis en 1904, los juegos en Los Ángeles en 1932, nuevamente los juegos olímpicos en Los Ángeles en 1984 y, en 1996, en Atlanta. Este comité tiene como candidatura la ciudad de Chicago que podrá posiblemente representar a los Estados Unidos en los Juegos Olímpicos de 2016. Los Estados Unidos ha ganado 2227 medallas en los Juegos Olímpicos de verano, más que ningún otro país, (ganando en 15 de las 29 ediciones) y 216 en los Juegos Olímpicos de Invierno, el segundo más.

Gastronomía de Estados Unidos


La Gastronomía de Estados Unidos corresponde a una interesante mezcla muy variada y algo interpretada de otras gastronomías nacionales, esto es así debido a que es un país creado fundamentalmente de inmigrantes procedentes de diferentes países de Europa, Asia, África, etc. Podría denominarse como autóctona la Gastronomía de los indios Nativos de Norteamérica y el resto es una fusión de diferentes culturas gastronómicas llevadas a diferentes extremos, por una parte está la famosa fast food llena de su atractivo marketing, por otra parte está la comida tradicional fundamentada en las tradiciones ganaderas de antaño, tanto de ganado vacuno como ovino y caprino.

Religión


El gobierno de Estados Unidos no guarda un registro oficial de las religiones en el país. Sin embargo, en una encuesta privada llevada a cabo en 2001, el 76,7% de los estadounidenses adultos se identificaron a sí mismos como cristianos; cerca del 52% de los adultos se reconocieron como miembros de diferentes iglesias Protestantes; los Católicos Romanos, con 24,5%, fueron las denominaciones más numerosas; el Judaísmo (1,4%), la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (1,3%), y otras religiones tienen también posiciones firmes en la cultura estadounidense; cerca del 14,2% de los encuestados se describieron como sin religión; la distribución religiosa del 5,4% de encuestados que decidieron no responder a la encuesta es desconocida.

El país tiene una tasa de religiosidad relativamente alta entre las naciones desarrolladas. Cerca del 46% de los estadounidenses adultos dice asistir a los servicios religiosos al menos una vez por semana, comparado con el 14% de adultos en Gran Bretaña, el 8% en Francia y el 7% en Suecia.

Idiomas


Estados Unidos no posee un idioma oficial a nivel federal. Sin embargo, el idioma predominante, en el cual está escrita la Constitución y las leyes, y en el que se realizan los quehaceres del gobierno, es el inglés. Se hablan, sin embargo, cientos de otros idiomas y dialectos, siendo el español el más común entre ellos, idioma que además posee reconocimiento oficial en algunas jurisdicciones del suroeste, teniendo en ellas iguales privilegios que el inglés.

Tradicionalmente en las ciudades grandes han existido barrios en los que la primera generación de inmigrantes de un país determinado se agrupan y luego sucesivas generaciones van dejando el lugar. Una notable excepción son los barrios chinos, Chinatowns, siendo el más importante el que se encuentra en la ciudad de San Francisco, California.

Después de décadas de represión, las lenguas de los americanos nativos, o lenguas amerindias, están siendo conservadas y enseñadas dentro de las reservas.

Un caso singular dentro de los Estados Unidos es el estado libre asociado de Puerto Rico, que tuvo como único idioma oficial el español, y luego incorporó el idioma inglés.

El idioma español en Estados Unidos es empleado por más de 28 millones de personas como lengua común en el trabajo y en el hogar según el censo de 2000. Actualmente, el 17,5% de la población estadounidense es de origen hispano, y cerca del 82% de los hispanos conserva la lengua española. La mayoría de los estados del sur, noroeste y noreste de los Estados Unidos, tiene al español como segunda lengua de uso común, aún sin ser reconocida como oficial.

Similar situación se contempla en los estados de Nevada, Arizona, Washington, Idaho, Oregón, Kansas y Oklahoma. Y, en otros estados como Minnesota y Wisconsin; en donde no se contempla lengua oficial alguna en la constitución.

Cultura


En el siglo XX y lo que llevamos del XXI, los Estados Unidos han sido una gran potencia cultural mundial, pero, a pesar de grandes luminarias tales como William Faulkner, Frank Lloyd Wright o Jackson Pollock, sus grandes aportaciones al patrimonio global (y las que más ha exportado) no han de buscarse en las artes tradicionales, sino en la ciencia, la tecnología, y en tres de las llamadas artes populares, consideradas genuinamente estadounidenses: el cine, la historieta y la música popular (folk).